Elena,
escritora y periodista de Nuestra América
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Poniatowska es la primera mujer en México en recibir el premio
Cervantes. La quinta mexicana después de Octavio Paz (1981), y sus
entrañables amigos Carlos Fuentes (1987), Sergio Pitol (2005) y José
Emilio Pacheco (2009).
Daniela
Saidman
dsaidman@gmail.com
“No
me queda mucho tiempo. Me tengo que apurar y no perderlo
pendejeando”, dijo la periodista y escritora mexicana Elena
Poniatowska en una rueda de prensa luego de haber sido designada con
el premio más importante que se entrega a escritores
hispanoamericanos. Ella, que ha sabido contar la realidad de su
tierra y sus gentes, ella que ha sabido narrar la vida que siempre es
más fantástica que la ficción, tiene la fuerza de una voz que sabe
poner en palabras los dolores y las esperanzas de ese México
profundo, tan americano, tan como nosotros.
Con
sus 81 años y más de 40 libros publicados, la narradora y
periodista comparte la lista del Cervantes con escritores como Jorge
Luis Borges, Alejo Carpentier, Juan Carlos Onetti, Rafael Alberti y
Adolfo Bioy Casares, entre otros tantos imprescindibles.
Ha
escrito cuentos, novelas, teatro y poesía. La presencia de la mujer
y su visión del mundo, la Ciudad de México, las luchas sociales y
el andar cotidiano de los hombres, son los puntos cardinales de su
obra, sus pilares vitales. Para narrar utiliza la entrevista y la
investigación periodística e histórica, tal vez por eso sus
decires son testimonios del tiempo.
Bajita
de estatura y enorme en la voz con que pronuncia el presente, Elena
es de esos seres humanos que uno quisiera tener entre sus amigos,
pero que basten sus libros para entretejer con ella una relación de
amorosa profundidad, porque a lo mejor ni se entera que perdidos por
todas partes sus lectores nos entregamos sin una pizca de inocencia a
las historias que nos regala. Y es que ella, la escritora de los
astros que documentó como periodista la matanza estudiantil de 1968,
en Tlatelolco, es la cuarta mujer en la historia en ganar el premio
Cervantes.
En
el veredicto del premio, el jurado dice de Elena Poniatowska, que
valoró “su brillante trayectoria literaria en diversos géneros,
de manera particular en la narrativa y en su dedicación ejemplar al
periodismo”. Y también destacó de su obra “el firme compromiso
con la historia contemporánea”, definiéndola como “autora de
obras emblemáticas que describen el siglo XX desde una proyección
internacional e integradora. Elena Poniatowska constituye una de las
voces más poderosas de la literatura en español de estos días”.
Y
tan es así que declaró, Elena no el jurado, que con el importe del
premio que asciende a los 125 mil euros, creará una fundación que
trabaje desde México con mujeres y niños, que tenga talleres y
albergue su biblioteca y su archivo personal que prefiere que se
quede en su país, pese a las ofertas de dos universidades
estadounidenses. “El dinero del premio creo que irá para la
fundación, porque es lo más lógico para hacer algo que valga la
pena”, afirmó la galardonada.
De
la realeza al periodismo
El
también escritor y periodista venezolano Luis Britto García,
comentó sobre el premio a Elena Poniatowska, que sin duda los
progresistas estarán muy contentos con que una mujer de esa talla,
que es además referente en las luchas por la emancipación del ser
humano, sea distinguida con el que es considerado el Nobel de las
letras hispanoamericanas, pero la derecha también debería sentirse
congraciada porque finalmente una de las suyas entra a la historia
del Cervantes, y es que Elena viene de la realeza.
Poniatowska
al nacer (19 de mayo de 1932) recibió el título de princesa Hélène
Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, hija del
príncipe Jean Joseph Evremond Sperry Poniatowski —descendiente de
un general que formó parte de la armada que acompañó a Napoleón
hasta Moscú- y de María de los Dolores (Paula) Amor de Yturbe. Su
familia emigró de Francia a México a consecuencia de la segunda
guerra mundial. Elena llegó a Ciudad de México a los diez años de
edad con su madre —nacida en 1913 en París en una familia
porfiriana exiliada en Francia tras la revolución mexicana-. Pronto
fue enviada a estudiar a Estados Unidos.
De
vuelta en México comenzó en 1954 su carrera periodística. Trabajó
en el periódico Excélsior, y al año siguiente inició su
colaboración en Novedades. Actualmente escribe para La Jornada. Sus
entrevistas a autores mexicanos y extranjeros tuvieron una enorme
acogida entre los lectores, por lo que más tarde algunas de ellas se
reunieron en Palabras cruzadas (1961) y en Todo México (1990).
Lilus
Kikus, una colección de cuentos, fue su primer libro de ficción
publicado en 1954. Seguido en 1963 por Todo empezó el domingo. Pero
tal vez el reconocimiento internacional llegó con sus libros
testimoniales, Hasta no verte, Jesús mío (1969) y especialmente con
La noche de Tlatelolco (1971). Precisamente, el año de aquella
tragedia nacional (1968) Poniatowska se casó con el astrofísico
mexicano Guillermo Haro (1913-1988).
Poniatowska
ha sido y es una mujer comprometida con las luchas más justas de los
hombres. Por eso apoyó la candidatura de izquierda en su país de
Manuel López Obrador para las presidenciales. En todo caso, su
postura ante la vida la define como una mujer progresista y una
escritora como pocas. Que de ella sigan hablando su obra y su vida.
Entre
otros libros de cuentos, ensayos, crónicas periodísticas,
biografías y otros géneros literarios, aprovechamos a recomendar la
lectura de sus novelas Hasta no verte, Jesús mío (México, 1969),
Querido Diego, te abraza Quiela (México, 1978), La piel del cielo
(Madrid, 2001. Premio Alfaguara de Novela 2001), El tren pasa primero
(Madrid, 2005. Premio Rómulo Gallegos 2007) y Leonora (Barcelona,
2011. Premio Biblioteca Breve).
El
premio a Poniatowska contenta a progresistas y conservadores
(fragmento)
Por
Luis Britto García
A
continuación se reproducen unos párrafos de una entrevista que la
agencia internacional de noticias EFE, le hizo al escritor venezolano
Luis Britto García y que se encuentra en su blog:
http://luisbrittogarcia.blogspot.com/, donde opina sobre el Premio
Cervantes otorgado a la escritora mexicana Elena Poniatowska, quien
además en 2007 recibió el Premio Rómulo Gallegos en nuestro país
y entre cuyo jurado se encontraba el propio Britto García.
“Esto
debe satisfacer tanto a progresistas como a conservadores, porque
resulta que Elena, ni más ni menos, es heredera al trono de Polonia;
ella es la sangre azul más azul que tenemos en toda América Latina,
y a la vez una mujer apasionada por las luchas populares”, dijo a
Efe García, quien se enorgullece de contarse entre sus amigos.
Sobre
estos premios literarios, el venezolano dijo que parecen regidos por
“una especie de Ley del Péndulo”, norma que “en el Nobel era
célebre, ya que si en un año se premiaba a un reaccionario, aunque
nunca a (al argentino Jorge Luis) Borges, quien lo merecía, al año
siguiente, y debido a protestas mundiales, se premiaba a un
izquierdista”.
En
el caso de Elena Poniatowska, también ganadora del Premio Alfaguara
de Novela 2001, Britto García sentenció que “tiene para complacer
a todas las audiencias” y añadió que “vaya a saber alguien a
quién habrán premiado antes que ahora lo hacen con Elena, aunque en
este caso enteramente merecido”.
“Eso,
porque por un lado en ella brilla su espíritu de lucha y su
maravillosa literatura, y por el otro lado, porque tiene el más
rancio abolengo de todo el hemisferio”, insistió.
(Texto
tomado del blog de Luis Britto García
www.luisbrittogarcia.blogspot.com)